Encuentra tu gota: Una hoja de ruta hacia el propósito

Nuestro propósito está en la intersección de nuestros talentos, pasiones y una oportunidad de causar un impacto.

Es fácil decir: "Haz lo que te gusta y nunca trabajarás un día de tu vida" o "Ve a encontrar tu propósito", pero ¿cómo lo hacemos realmente? ¿Cómo navegamos hacia nuestro propósito mientras lidiamos con las responsabilidades y la presión de nuestra vida diaria? Veo este viaje como un viaje por carretera. La mayoría de las personas tienen una relación de amor-odio con los viajes por carretera. Por un lado, conducir es una de las formas más lentas de viajar y uno tiene que hacer todo el trabajo. Cosas como planificar el viaje y empacar siempre parecen llevar más tiempo del esperado. Agrega un par de niños pequeños en el asiento trasero y eso podría ser una pesadilla para algunos de ustedes.

El viaje para encontrar nuestro propósito no siempre saldrá según lo planeado, así que ten cuidado con los giros equivocados y los callejones sin salida.

A veces, incluso tendrás que cambiar de ruta, pero está bien. Empecemos este espectáculo en la carretera. En primer lugar, necesitarás tu licencia de conducir. Sin una, estamos estancados en el estacionamiento.

Sin las necesidades más básicas de la vida, estamos estancados en el estacionamiento.

Nuestra licencia de conducir representa las necesidades más básicas de la vida, que pueden definirse como comida, techo y agua. Por el bien de nuestro viaje, echemos un vistazo más de cerca a la crisis del agua. Más de 703 millones de personas en todo el mundo viven sin agua potable. Cuando no tienes acceso a agua potable, no tienes más remedio que buscarla, incluso si está sucia. Las mujeres y los niños asumen esta responsabilidad para sus familias. Recogen sus baldes y caminan de un lado a otro, recogiendo agua hasta que tienen suficiente para cocinar, limpiar, beber y bañarse. Cada minuto que un niño camina para recoger agua es un minuto que podría haber estado en la escuela. Es por eso que el agua es la base de cada comunidad y es imposible romper el ciclo de pobreza sin ella. El agua lo cambia todo. Más importante aún, empodera a los locales y los pone en igualdad de condiciones, lo que finalmente les da la oportunidad de perseguir sus sueños y encontrar su propósito.

Buscar tu propósito requiere que te des cuenta de los diferentes problemas e injusticias que existen en la actualidad.

Este aprendizaje ocurre a través de nuestras interacciones diarias con el mundo. Esta educación comienza en el hogar, comienza a través de los valores y la moral que nos inculcan nuestras familias y continúa en el aula a medida que aprendemos de nuestros maestros, amigos y mentores. Estoy seguro de que todos podemos pensar en alguien de nuestro pasado que ha impactado significativamente en quienes nos hemos convertido. Otras veces sucede cuando menos te lo esperas. Tal vez viste un documental que te abrió los ojos o tal vez alguien que te importa se ve obligado a luchar contra una enfermedad y te inspira a actuar. La conclusión es que no podemos preocuparnos por algo si no sabemos que existe. Al comenzar tu viaje, asegúrate de mantener abiertos tus ojos, oídos y corazón a las oportunidades de aprendizaje.

Una vez que tu motor esté caliente, es hora de pisar el acelerador.

Cuando te enteras de una causa que despierta tu curiosidad, el siguiente paso es actuar. ¿Pero qué significa eso? ¿Por dónde empezamos siquiera? Empiezas al servicio de los demás. Comienza investigando organizaciones que abordan tu causa particular y cuando encuentres una que te hable, comunícate y pregúntales cómo puedes involucrarte. Puedes usar tus talentos únicos para servir o puedes desarrollar nuevas habilidades y lanzarte a la acción. Ningún acto de servicio es demasiado grande o demasiado pequeño si proviene de un lugar de amor. Hay un número infinito de formas de servir. Considera lo que tienes para ofrecer, ya sea tu tiempo, talentos o tesoro y si en algún momento te das cuenta de que esto puede no estar acercándote a tu destino, vuelve a la carretera y sigue hacia tu próximo destino.

Cuando llegas a conocer a las partes interesadas, aprendes sobre las soluciones y te sumerges en la acción, es como entrar en el carril expreso.

Pisar el acelerador te ayuda a darte cuenta del poder que tienes para causar un impacto y eso te inspira a seguir adelante. Tenía 16 años cuando pisé por primera vez ese acelerador. Fue entonces cuando participé en mi primer proyecto de agua en la comunidad de La Saina en República Dominicana. Solo fui porque necesitaba las horas de servicio para la escuela y pensé que este sería un tema genial para mis solicitudes universitarias, pero a pesar de ir por todas las razones equivocadas, la experiencia me impactó en todas las maneras correctas. Se me quedó en la mente cuando regresé a casa. No podía dejar de ver lo que vi. ¿Cómo podía la gente estar viviendo de esta manera? Y cuando miro hacia atrás en esta experiencia ahora, es fácil identificarla como un punto de inflexión clave en el viaje hacia mi destino.

La reflexión es el combustible que nos permite detenernos y pensar en lo que hemos aprendido, cómo hemos causado un impacto y cómo nos hace sentir eso.

Detenerte para llenar tu tanque también es una gran oportunidad para sacar tu GPS y ver si hay una ruta más eficiente hacia tu destino. Este ejercicio de alejarse y mirar el panorama general es un paso crítico en el viaje para encontrar tu destino. Esto es más efectivo después de encontrar un punto de inflexión, pero tu luz de gasolina puede encenderse en cualquier momento. Y como tu luz de gasolina, tu corazón te dirá cuándo es el momento de reflexionar. Para algunos, esto podría suceder cuando estás pensando en qué especialización deberías tener en la universidad, mientras que para otros podría manifestarse a través de una idea o un pensamiento repetitivo que no puedes evitar. La clave es practicar la identificación de estos momentos a medida que aparecen en tu